Cuando la inteligencia artificial se popularizó un par de años atrás, apenas era capaz de generar imágenes coherentes y escribir textos de pocas palabras. Pero el panorama ha cambiado drásticamente en la actualidad y algunos expertos lanzaron la advertencia de que la IA supera las capacidades humanas.
La IA "destroza" todos los parámetros de los humanos y sus capacidades
Según un estudio de la Universidad de Standford, que publicó su séptimo informe anual sobre IA, esta herramienta tecnológica está creciendo a pasos agigantados, tanto que ha superado las marcas humanas en prácticamente todos los campos donde se emplea.
Precisamente por ello no resulta extraño que hasta Bill Gates tema perder su trabajo por ella, de acuerdo a su testimonio en "Notes Gates". Es que la IA batió las marcas humanas en clasificación de imágenes en 2015, para posteriormente hacerlo en comprensión lectora (2017), razonamiento visual (2020) o inferencia del lenguaje natural (2021).
De todos modos, avanza tan rápido que estas marcas han quedado obsoletas; de hecho, los investigadores necesitan nuevas pruebas y categorías para evaluarla. Pero desde ya, advierten que la IA ya está batiendo todos los récords humanos.
Y si bien algunas de las capacidades tecnológicas están más desarrolladas que otras, la evolución de la inteligencia artificial ha resultado notable y por eso el 2024 se plantea como un año en el podría convertirse en una herramienta de uso común para cualquier persona.
¿Cuáles son las limitaciones de la IA?
Actualmente ya se emplea para redactar textos, generar imágenes o componer canciones con diversas temáticas. Eso sí, esta tecnología todavía debe corregir ciertos fallos en su funcionamiento, siendo uno de los más claros las alucinaciones.
Así se llega a las incoherencias de una IA que utiliza datos o percepciones falsas a una petición, como, por ejemplo, emplear una cifra inventada cuando se le habla sobre un problema sobre los ingresos de una compañía. Aunque, según ciertos expertos, la IA nunca dejará de inventarse cosas. Sin embargo, la amenaza sobre las capacidades humanas continúa latente.