El árbol de jade es una de las piezas decorativas más comunes en la actualidad porque tiene beneficios increíbles que no solo están vinculados a la jardinería. Denominado científicamente "Crassus ovata" tiene la habilidad de decorar espacios interiores con mucha permeabilidad porque combina bien con todo.
Esta planta tiene un porte arbustivo y se destaca por su apariencia, por la sencillez y la facilidad para cultivarlo. Además, según la cultura oriental y el Feng Shui está vinculado con la riqueza, la acumulación y la fortuna. Por lo que no está de más tener uno en casa para atraer buenas energías.
¿Cómo cuidar un árbol de jade?
Esta pieza de la jardinería se debe cultivar en el interior. Para esto hay que plantar el árbol de jade en una maceta adecuada, osea de barro o arcilla. Este recipiente es necesario para las plantas suculentas en general porque les permite drenar bien los excesos de agua.
Con respecto a la iluminación, el árbol de jade requiere mucha luz para poder crecer de forma sana. Lo ideal es colocar la maceta cerca de una ventana por la que entre bastante luz solar durante varias horas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la luz solar directa no es ideal.
El exceso de luz puede generar cambios de color de las hojas de la planta, volviendo el borde de un color rojizo muy bello. Sin embargo, nada en exceso es bueno porque el follaje está más cerca de secarse. Por último, con respecto a la temperatura, el árbol de jade tolera climas templados. Lo ideal es tener esta pieza de la jardinería en una temperatura que esté entre los 20°C y los 25°C.