El corte bob es uno de los principales cortes de cabello desde que salió a la luz hace aproximadamente un siglo. La década del '20 fue parte del período de entreguerras y, antes de la gran depresión, los salones de belleza apostaron por un estilo que se adaptara a todos los estilos de cabello.
El pelo puede ser más lacio, ondulado o rizado; estar teñido, tener flequillo o no; pero siempre va a quedarle bien el corte bob porque su versatilidad es tal que le permitió sobrevivir un siglo adaptándose a todo tipo de rostros y estilos. Sin embargo, hay una versión que se mantuvo intacta al paso del tiempo: el bob clásico
Las enfermeras de la I Guerra Mundial optaron este corte por dos motivos: comodidad e higiene. Luego, el paso del tiempo y las constantes renovaciones le permitieron consolidarse en las décadas siguientes como un símbolo de modernidad en las mujeres que no desean tener el pelo largo.
¿Cómo usar el corte bob clásico?
El corte bob por excelencia y el primero que surgió es el clásico. El pelo debe cortarse en tres cuartos, a la altura del mentón. Obviamente, se puede adaptar a las distintas formas que tiene el óvalo del rostro para que favorezca más a quien lo porta cada día.
Este corte de cabello se puede utilizar con flequillos, escalados, asimetrías, largos degradados e incluso fusionar con otros cortes de tendencia. Por esa versatilidad es tendencia desde hace aproximadamente un siglo. Aquellos que tienen un rostro redondo suelen usarlo largo hasta los hombros y con una raya al costado para agregar geometría; en cambio, las personas con el óvalo facial alargado suelen usar un flequillo y largo al mentón para que redondee las facciones.
En líneas generales, el corte bob clásico se debe llevar entre el mentón y los hombros porque es un corte de cabello entero e igualado. En este 2023 se está llevando muy pulido y con las puntas marcadas hacia dentro de forma tenue, sin exagerar demasiado.