La ansiedad es una patología muy común en el campo de la salud mental. A veces se produce por dormir en exceso y tiene grandes consecuencias; a veces se produce porque el organismo se prepara en demasía frente a una amenaza. La realidad es que es muy distinta al estrés.
Rubén Casado, psicólogo especialista en el tratamiento de la ansiedad, explicó que al cerebro le cuesta cada vez más distinguir entre amenazas reales e imaginarias. En ese momento, proyecta hipotéticas situaciones hacia el pasado y hacia el futuro, “para imaginar. Y esa capacidad que nos ha ayudado tanto en nuestra evolución también nos mete en problemas”, señaló.
Para distinguir la ansiedad como patología de la salud mental de un episodio puntual, la clave es observar cómo afecta a la vida de quien la padece. Por lo general, el cerebro entiende que tiene grandes posibilidades de vivir situaciones límites que en realidad son muy remotas.
¿Cómo reconocer la ansiedad y qué hacer ante ella?
“Todos pasamos por momentos de incertidumbre y desasosiego, pero cuando esos momentos influyen en nuestro día a día, cuando prácticamente se convierten en un estilo de vida, entonces hablamos de un trastorno de ansiedad, y la ansiedad generalizada es uno de esos trastornos”, explicó el experto.
Entre los síntomas más importantes para reconocer a la ansiedad como una patología de la salud mental y no como un estado mental transitorio, hay que reconocer manifestaciones como:
- Ahogo e hiperventilación
- Taquicardia
- Parestesias o sensación de quemadura o pinchazos fundamentalmente en brazos, manos, piernas y pies
- Mareos y sensación de inestabilidad
- Dolor en el pecho
En la actualidad, las estadísticas de salud mental plantean que los cuadros de ansiedad son más que los de depresión. Según algunos estudios, un 15,8% de las personas padecieron un ataque de pánico o una crisis de ansiedad. Pero un dato no menor es que esas estadísticas solo están basadas en quienes buscaron ayudas sanitarias... ¿y el resto?