Una de las bebidas más consumidas en el mundo es el café. Esta infusión suele tomarse amarga o con azúcar, sin embargo hay una inusual práctica que cobró popularidad en redes sociales que es la de agregarle sal. Esta práctica se posiciona como la clave para reducirlo en mayor medida.
Poner sal al café no solo quita el amargor si no que potencia sabores que de otra forma se perderían. Y si bien existe mucho escepticismo alrededor de la cuestión, hay fundamentos científicos que la avalan.
El efecto de la sal sobre el café es similar al que se produce al añadir una pizca de sal a los postres: ayuda a equilibrar los sabores y a suavizar el amargor. Así, al suprimir la percepción del amargor, la sal permite que otros sabores como el dulce pasen a primer plano y brillen de verdad.
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La sal resalta los dulces
Según un estudio publicado por la Universidad de Oxford en 1995 asegura que “la sal es efectiva para enmascarar el sabor amargo ya que al añadirla a un mezcla de compuestos dulces y amargos, hace que la mezcla adquiera un sabor mayormente acaramelado”.
Por su parte el barista James Hoffman sumo: “Nuestra lengua tiene receptores del gusto que detectan iones del sodio y nos permiten experimentar el sabor salado. Esa salinidad también amplifica el dulzor y reduce el amargor, lo que explica por qué agregar una pizca de sal puede mejorar enormemente el sabor del café”.
En Vietnam se prepara café salado que se realza con leche condensada para obtener una infusión deliciosamente acaramelada. En Suecia, se la acompaña con carne o quesos salados. Incluso los miembros de la Marina de EE. UU. solían tomar café con sal cuando descubrieron que quitaba lo amargo.
Estas tradiciones sugieren que el uso de cloruro de sodio no es del todo raro, y que puede ser una forma efectiva de mejorar el sabor de la bebida, especialmente en situaciones en las que se ingiere café que ha sido quemado debido a una extracción demasiado excesiva.
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Sin embargo agregarle sal al café tiene su lado negativo ya que se debe tener en cuenta las desventajas de consumir demasiada sal. Lo mismo pasa cuando a la infusión le agregamos demasiada azúcar. De esta manera podrás poner a prueba esta práctica inusual pero que se está volviendo muy popular.