Ya se viene la temporada de clima frío y es hora de sacar la cobija del tigre, pero a veces hace tanto frío que ni con 5 cobijas logramos calentarnos, una opción puede ser dormir bien acurrucado con tu pareja, pero si estás solo con tu soledad, también puedes comprar un calefactor.
Y dormir con el calefactor encendido durante toda la noche puede parecer la solución perfecta, pero lamentamos decirte que no lo es, pues puedes tener riesgos para tu salud, seguridad y tu cartera o monedero.
¿Qué pasa si dejo el calefactor prendido toda la noche?
Para esas noches que estamos hasta con las calcetas de deditos no nos podemos calentar y estamos temblando, y tal vez pienses que dormir con un calefactor sea mejor, pero puede que afecte la calidad de tu sueño.
Pues la temperatura ideal para dormir es de entre 16.5?°C y 19.5?°C. Más calor puede afectar la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño, dificultando conciliar un descanso profundo y reparador.
Además, el uso prolongado de calefactores reduce la humedad del ambiente, lo que puede provocar sequedad en la piel y las vías respiratorias. Esto es especialmente perjudicial para personas con problemas respiratorios, ya que puede agravar síntomas como la tos y la irritación de las mucosas.
Además, dejar un calefactor encendido sin que lo estés checando incrementa el riesgo de incendios en tu casa. Un sobrecalentamiento del aparato o un cortocircuito pueden desencadenar un incendio, especialmente si está cerca de materiales inflamables como cortinas o tu cama.
Pero no sólo eso, se te puede venir ¡el cuentononon! en el recibo de luz. Pues el consumo de energía incrementa por mucho. Se estima que por cada grado adicional de temperatura, el consumo energético aumenta en un 7 por ciento.
Sugerencias para que estés calientito sin afectar tu salud
- Programa tu calefactor: Utiliza temporizadores para que el calefactor se apague antes de dormir y se encienda poco antes de despertar, asegurando una habitación cálida al levantarse sin mantener el aparato encendido toda la noche.
- Aislamiento adecuado: Mejorar el aislamiento de ventanas y puertas para conservar el calor y reducir la necesidad de calefacción continua.
- La pijama correcta: Utilizar edredones y mantas térmicas que proporcionen calor sin necesidad de calefacción adicional.
- Mantenimiento regular: Realizar revisiones periódicas de los calefactores para garantizar su correcto funcionamiento y minimizar riesgos de fallos o emisiones peligrosas.
Entonces, ya sabes, es mejor que no te quedes con tu calefactor encendido toda la noche, mejor usa una buena pijama, un buen edredón y pon en práctica estos consejos que te damos.