La memoria es una de las funciones cerebrales más importantes que cumple el organismo. La posibilidad de recordar lo que oímos, sentimos, vimos o, en esencia, vivimos en algún momento de nuestras vidas, empieza a perderse con el paso del tiempo y el envejecimiento.
Sin embargo, personas que aún no son adultos mayores, que viven con estrés a diario, también pueden ver afectada esta capacidad y deben tomar acciones de inmediato. Por ejemplo, en medio de un estado de presión absoluta, es difícil recordar las cosas más simples. En ese contexto, los expertos tienen varias recomendaciones que te pueden servir.
¿Cómo impedir que el estrés te robe la memoria?
Si quieres mantener activa la memoria, es indispensable que la mente esté constantemente activa. Para eso, neurocientíficos como Facundo Manes, sugieren la realización de ciertas actividades que desafíen al cerebro.
Por ejemplo, sirve resolver juegos de lógica, sudokus e, incluso, crucigramas. Por otra parte, también está bueno aprender cosas nuevas como un idioma o un instrumento musical.
El estrés afecta a todas las personas en determinados momentos de la vida. Por eso, es importante estar preparado para cuando esas situaciones se presenten. Para eso, también es importante prácticar meditación y otras técnicas de mindfulness, dos acciones que pueden mejorar la concentración.
Si quieres evitar esas situaciones, los expertos recomiendan aprender a decir que "No", cuando lo consideremos necesario. es importante. A veces, mientras más compromisos y responsabilidades tenemos, más posibilidades hay de que aparezca el mencionado estrés.
¿El ejercicio y el sueño influyen en la memoria?
Sí, el sueño y el ejercicio influyen en la memoria. La actividad física regular es importante para combatir las tensiones. Caminar, correr y nada suelen ser recomendadas para aumentar la producción de endorfinas, consideradas las "hormonas del bienestar". Estas contrarrestan los efectos negativos del malestar.
Por otra parte, dormir bien es importante para la consolidación de la memoria y la recuperación del estrés vivido en las jornadas diurnas. Lo ideal es descansar entre 7 y 9 horas por día para optimizar el descanso. En el estado de reposo total, el cerebro procesa y almacena la información que recibió durante el día. Por eso, si interrumpimos el sueño, podemos interrumpir el proceso.
Si el desgaste del día te molesta y necesitas relajarte para dormir bien, te recomendamos esta infusión de lavanda que te ayudará a superar el estrés y lucha contra el insomnio.